martes, 28 de abril de 2009

Más sobre "Viridiana"

“Viridiana” habla de la pérdida de una inocencia. La de la protagonista, una novicia que acata la orden de visitar a su tío antes de tomar los votos definitivos. Esta visita tendrá dramáticas consecuencias en su vida y dará al traste con su vocación que no resistirá el encuentro con “el mundo”.
La experiencia con su tío que termina con el suicidio de éste la deja tocada. En una primera fase parece renunciar a la vida contemplativa y ensaya reconvertir su vocación en una vida activa de entrega al prójimo ejerciendo la caridad en un grupo de indigentes a los que recoge de la calle. En una segunda fase el desengaño será definitivo por el choque brutal con la naturaleza perversa de sus beneficiarios.
Viridiana rechaza ser objeto del deseo masculino en aras de un ideal sublime, religioso. Pero se ve abocada al ultraje, primero en un abuso no consumado por parte del tío. Y luego por el intento por parte de dos de los pordioseros de violación (ingeniosamente evitada por su primo). Sin embargo Viridiana, aunque físicamente intacta, ha quedado afectada.
La película pone en escena el conflicto que se produce entre los altos ideales que sostienen a la sociedad y las pulsiones animales que habitan en nuestro interior En este conflicto entre el sentido del deber, la llamada a una vida elevada, de virtud y mérito por una parte y la pulsión por otra han perdido los ideales. Lo real ha vencido al espíritu. En esto, Viridiana sigue los pasos de su tío. Ambos van finalmente a sucumbir, esto es, a transigir con el mundo, renunciar a las sublimes ambiciones arroyados por los acontecimientos terribles que les suceden. No hay que olvidar que sobrevolando toda la narración se haya la muerte. Le da un tinte siniestro y perverso. La ausencia del objeto de deseo perdido se proyecta sobre los personajes vivos impidiendo su felicidad. Hay un paralelismo entre la fantasía humanitaria de Viridiana y la fantasía erótica y sentimental del tío de recrear el idilio con el ser querido y perdido. El tío proyecta su fantasma sobre Viridiana y Viridiana sobre sus pobres pero en ambos casos se desmorona dejando a ambos personajes enfrentados al vacío de sentido. En el caso del tío ello le aboca al suicidio. En el de la protagonista a la entrega a su primo y su vida licenciosa, práctica, apegada al suelo. En resumen, burguesa. A Buñuel le fascinaba la burguesía a la vez que la despreciaba porque representa la capacidad de compromiso con el mundo. La sordidez que busca el placer y la conveniencia personal se disfraza de virtud, la hipocresía y las buenas formas sustituyen a los ideales como baluartes de la sociedad. Parece que el idealismo generoso sólo fuera posible en la inocencia juvenil, es decir, en el desconocimiento del mundo y del propio carácter. Tenemos la impresión de fatalidad, de que los personajes de don Jaime y Viridiana luchan sinceramente por mantener una dignidad moral, y que sin embargo carecen de la fuerza y capacidad para afrontar la empresa. Las pasiones amenazan constantemente con llevarse por delante cuanto pueda oponérseles. La cultura, la religión, los valores, el arte, los lazos familiares, parecen diques endebles incapaces de contener la fuerza irracional que habita en el interior de todo, incluso del ser humano. El espectador comparte esta mirada desengañada, cínica. Sentimos piedad de los personajes y a la vez la inexorabilidad de su caída El autor de la narración es todo menos ingenuo, no se engaña respecto a la naturaleza humana. No dibuja un retrato amable de los necesitados. Parece mostrar escepticismo respecto a las soluciones fáciles, “buenistas” a los problemas sociales.
En cuanto al estilo. Buñuel opta por el distanciamiento, la ironía. Y a pesar de todo, de un relato descarnado, nada esteticista, surge una rara belleza, en la que incluso los objetos nos hablan de una realidad más allá de lo humano.
Supongo que Buñuel hubiera rechazado todas estas apreciaciones. No le gustaba que tradujeran sus complejas y sutiles películas a ideas concretas. Él era amante de la ambigüedad, el equívoco, la paradoja.

El sonido en "Viridiana"

Principales características de la película “ Viridiana” de Luis Buñuel en cuanto al sonido

El estilo es aparentemente naturalista. Sin embargo, No trata meramente de ilustrar un retrato superficial, o un drama psicológico. La apariencia esconde una intencionalidad que va más allá.. Su utilización es irónica. La ambigüedad, la paradoja, la insinuación son conceptos que multiplican las lecturas de un relato de apariencia diáfana.

El Sonido es diegético, corresponde a las acciones que vemos en pantalla. El matiz está en el uso de la escala. Igual que Buñuel suele usar el plano detalle de un objeto descontextualizado (sobre todo a comienzo de escena), resaltando el aspecto matérico en toda su aspereza, del mismo modo utiliza el sonido intensificado , brusco, que rompe con el lenguaje articulado. Como cuando Viridiana reza con sus pobres el ángelus mientras los obreros se afanan en la remodelación de la propiedad.
En otras ocasiones el sonido se torna una metonimia de la escena elidida. La cámara esquiva las tomas explícitas (que no hubieran pasado la censura) mientras el sonido informa de la acción. (Escena del desván).
En alguna ocasión los sonidos adquieren un tono más expresionista, como los llantos de los niños que preludian la pelea entre dos de las indigentes. La fiesta degenera en una algarabía esperpéntica.
Es curioso el valor que otorga a los silencios. Como ese que se produce en medio de la bacanal de los pobres cuando todos se entregan a engullir las natillas. O el que se produce justo antes de la famosa foto y que tiene su correspondencia visual con el estatismo de los personajes. Silencio sólo roto por ese otro símbolo de la mitología cristiana con la que Buñuel mantiene una relación tan ambivalente. Me refiero al canto de gallo.

Los diálogos son también realistas de apariencia. No hay incongruencias ni absurdo en el modo de hablar de los personajes, de los que entendemos sus motivaciones. Da la sensación de que la mirada de Buñuel es cruda pero comprensiva. Los personajes guardan cierta inocencia. No tanto en el caso de los pobres, El director parece otorgar a este grupo una “sabiduría” cínica hija de la experiencia dolorosa y hermana de la degradación física y moral. Su habla es vulgar pero sabrosa, llena de vocablos que hoy, desgraciadamente, nos suenan arcaísmos. (Amolar, manteles tan galanes…etc).
Sigue la película la norma del decoro que hace que cada personaje hable conforme a su condición, posición y motivaciones.

La música es también diegética. (Salvo en los títulos de crédito) y también cabe hablar de un uso irónico. Haendel, la música clásica religiosa, parecen corresponder a un relato en el que se ensalce y triunfen los ideales elevados del hombre y su cultura pero lo único que triunfa es el desengaño. Oímos música clásica a través del tocadiscos de don Jaime, y es el preámbulo de la escena en la que él abusa de su sobrina (si bien no consuma). Oímos música clásica cuando el propio don Jaime toca el órgano. Ello muestra un contraste entre la habilidad y sensibilidad para el arte musical que apunta a una formación elevada y a esos ideales juveniles que él mismo menciona y su comportamiento indigno debido a la pasión que en él despierta la protagonista.
Vuelve a escucharse música clásica en la misma gramola durante el banquete de los pordioseros, esta vez con un uso sarcástico y cruel, al poner en solfa lo más sagrado y hermoso. La música rima aquí con los símbolos visuales: el banquete/ última cena, el velo nupcial. Y lejos de amansar a las fieras humanas parece excitar su furor canalla.

En la escena final el tocadiscos de don Jaime vuelve a oírse pero esta vez suena una música moderna. Triunfa el sentido común burgués, práctico y hedonista del hijo.

Por último, las cancioncillas que canta la hija de Juana, la sirvienta. Representarían la inocencia de la infancia que contempla curiosa y perpleja el conflicto entre ideales y pasiones de los adultos. O no, con Buñuel nunca se sabe.

The innocents


SUSPENSE! (THE INNOCENTS)

Ficha técnica:
Director: Jack Clayton
Productor: Jack Clayton para 20th Century Fox
Guión: William Archibald, Truman Capote y John Mortimer, según novela de Henry James
Fotografía: Freddie Francis
Música: Georges Auric
Montaje: James B. Clark
Intérpretes: Deborah Kerr (Miss Giddens), Michael Redgrave (tío), Peter Wyngarde (Peter Quint), Megs Jenkins (Mrs. Grose), Pamela Franklin (Flora), Martin Stephens (Miles), Clytie Jessop (Miss Jessel), Isla Cameron (Anna), Eric Woodburn (cochero)... / Nacionalidad y año: RU 1961
Duración y datos técnicos: 100 min. B/N scope.

Argumento:

Miss Giddens es una institutriz puritana y provinciana que asume la labor de cuidar de dos huérfanos, Flora y Miles, cuyo tutor es un rico pero despegado y egoísta tío. Viven en una mansión de Bly junto con una amable ama de llaves llamada Mrs. Grose,.Al poco tiempo conoce la historia de la anterior institutriz y su amante , un criado. Ambos murieron. Él , Peter Quint, en extrañas circunstancias y al poco ella, Miss Jessel, suicidada. Parece que tenían una estrecha relación con los niños. La protagonista percibe que esta influencia sigue aún presente. Los niños resultan bellos y amables y sin embargo su comportamiento tiene un tinte perverso. Miles, el niño, regresa expulsado del colegio en donde estaba internado. No se conoce la causa pero la dirección la califica de conducta inmoral.
Algo más tarde empiezan las apariciones de los fantasmas. Suponemos con Miss Giddens que se trata de los criados muertos. La profesora cree ver en el comportamiento de los niños una prueba de la posesión los amantes.
A partir de aquí todo se precipita fatalmente. La niña acaba traumatizada y cae en un letargo nervioso. El niño muere. La institutriz en su intento de protegerlos los empuja al desastre.
Comentario
La película trascurre en una atmósfera turbadora, ambigua. Desde el comienzo, con la pantalla en negro y la inquietante canción nos es sugerido un clima de inquietud. El terror está en esta cinta confundido con lo cotidiano. Un momento la pantalla se inunda de una luz apacible, matinal para de pronto emerger lo siniestro. Y precisamente de ese mismo escenario paradisíaco.
Todo el film es un tejido sutil en el que los signos funcionan con significados ambivalentes dibujando al cruzarse múltiples interpretaciones plausibles sin que el autor tome partido por una de ellas. El espectador adopta el punto de vista de la protagonista pero a la vez no puede dejar de sospechar que lo que ve puede ser un delirio coherente. De este modo cada espectador “elige” el grado en el que acepta la lectura que la institutriz hace de los acontecimientos que suceden a su alrededor. Como para la maestra no es fácil para nosotros diferenciar entre lo real, lo imaginado o lo fingido. Lo natural y lo sobrenatural forman un continuo. El mismo paraje, objeto o personaje se tornan siniestros o inocentes en un vaivén en el que no sabemos a qué atenernos. El desconcierto da paso al terror con las apariciones de los amantes. Los fantasmas no se muestran con parafernalia gótica sino con una apariencia natural. El terror deriva de su obscenidad: No hay nada raro en ellos salvo que no deberían estar ahí. No precisa pues, de trucos fotográficos o de montaje.
También es notable papel que desempeña la mansión, como un personaje difuso que muestra (¿cómo no?) cuándo una cara amable, cuándo amenazante. Demasiado grande. Como el hotel de “El resplandor”, su vacío acaba siendo ocupado por fantasmas. Y como en la cinta de Kubrick, el desasosiego que invade al espectador en su identificación con la protagonista es el de quien experimenta el descenso a la locura y duda de su razón o sus sentidos. Tanto más cuanto los otros no ven lo que ella ve.
El personaje del ama de llaves es importante, su postura oscila entre el escepticismo ante las observaciones de Miss Giddens y la aceptación de su criterio. Está dividida entre su sentido de la obediencia ante quien es la autoridad en lo que a Miles y Flora se refiere y su impulso de protegerlos. Personifica dentro de la narración la perplejidad del espectador.
La fotografía es maravillosa pero no preciosista. En todo momento está al servicio de la narración eludiendo un esteticismo vacío. Contribuyendo al matiz que en cada caso se quiere. Son de destacar los primeros planos de los personajes. También las tomas con profundidad de campo en la que están sucediendo cosas en distintos planos.

Escena del sonambulismo de Viridiana

Análisis de sus elementos formales.

El montaje es realista. Trata de no hacerse notar, acompaña los movimientos de los actores. Los cambios de plano se hacen mediante corte seco y empalme. La angulación es normal, sin artificios, a veces semisubjetiva. La escala es la propia de las necesidades narrativas salvo esa tendencia de Buñuel a mostrar en planos cortos objetos que aislados toman una inquietante intensidad. .
El ritmo de la escena no es trepidante y sin embargo ocurren muchas cosas significativas, los planos son de corta duración o se enlazan mediante movimientos que van conduciendo de un personaje a otro o a un detalle de forma fluida.
La escena trascurre muda, sin diálogos. Esa ausencia de palabras unida a la sugestión producida por la sublime música de Mozart provoca un clima de solemnidad sombría
A continuación hago una descripción de la escena y de sus planos y movimientos de cámara :

La inicia un plano detalle del fuego de la chimenea. Dominio de lo matérico frente a la configuración, lo informe frente a la estructura. Movimiento de grúa ascendente y hacia la derecha, se percibe un busto de mujer, una estatua que adorna el lateral de la chimenea. Sigue un tramo en el que sólo reconocemos oscuras superficies, madera piedra…, la oscuridad de una puerta abierta. Suenan las campanas de las dos de la madrugada. La cámara llega al reloj que las marca. Se detiene el movimiento de cámara. Suena el “Réquiem” de Mozart. Continúa la toma su periplo por la estancia, planos cortos que no nos permiten ver su conjunto. Las sombras siniestras riman con la música y crean un clima de novela gótica. Por fin, (tras la dilación creada por los planos anteriores) la cámara llega a una puerta que da acceso a otra estancia iluminada. En ella vemos una cama matrimonial, a cuyos pies hay un escabel en el que está sentado don Jaime. Éste parece estar calzándose un zapato de mujer, con tacón. Atmósfera delirante y mórbida. La pierna de don Jaime intensamente iluminada destaca en una parodia de escena para voyeurs. Un típico ejemplo del desplazamiento buñueliano. No parece tratarse de mero travestismo, no suponemos que don Jaime trate de excitarse vistiéndose con ropas femeninas. Más bien usa su propio cuerpo y un objeto fetiche como soporte para recrear un fantasma. El de su propia esposa muerta la noche de bodas. No deja de ser una burla ¿intencionada? del “Una sola carne”.El espectador experimenta aquí un cóctel de emociones que comienza con la sorpresa y sigue con la compasión, la vergüenza ajena…Se aprecia el tono de triste humorada que cruza toda la película. Se corta la toma. Pasamos a un plano detalle. Vemos el pie, descontextualizado, se acentúa su ambigüedad si bien persiste la comicidad en la diferencia notable de tallas. Don Jaime se lo quita, lo deposita en un baúl y coge un ramo nupcial. Lo examina un momento y extrañamente lo arroja con poca ceremonia. Fin de toma, Plano detalle del tocadiscos funcionando. Fin de toma Plano Medio Don Jaime coge un corsé, se lo lleva al regazo panorámica de acompañamiento, plano de escala corta, se subraya la importancia del fetiche. Don Jaime se levanta, ahora vemos su espalda panorámica ascendente que por un instante recoge la cabeza del personaje. Otro plano. Medio, Don Jaime avanza desde la izquierda hasta estar plenamente en campo, su rostro se ilumina. Parece absorto en contemplar algo frente a él, baja la mirada travelling de retroceso, aparece un marco y comprendemos que veíamos su imagen virtual en un espejo. Don Jaime por tanto se miraba a sí mismo. Se ajusta el corsé la escala se ha ampliado, vemos tanto al personaje como a su reflejo. Cruza la mirada consigo. Es difícil definir la expresión de su cara. Gira brusco la cabeza. Algo ha oído. Cambio de plano, P. Medio. Ahora vemos al tío de perfil. Inicia la ocultación del corsé. Parece azorado. Ha sido sorprendido en un momento de perversión íntima y corre a disimular. Recoge la colección de objetos delatores. Se gira a comprobar la identidad del intruso. Panorámica de derecha a izquierda Aparece Viridiana portando un cestillo. Avanza con la mirada baja. Parece ausente. Don Jaime se gira apartando la mirada, esto se repetirá cuando su sobrina pase muy cerca de él. Se adivina la vergüenza de haber sido sorprendido en actitud tan indecorosa. Su lenguaje corporal muestra inquietud. Viridiana avanza ajena al tío. Él empieza a estar atónito. Se recompone de su azoramiento y sigue a su sobrina. La cámara se ha adelantado a la protagonista en un travelling de retroceso y acompañamiento. La protagonista sale de campo. Don Jaime perplejo, inseguro, se detiene en el umbral. Cambia la toma, plano general Viridiana se acerca a la chimenea. Entra en campo Don Jaime, presuroso, solícito. Viridiana sigue ignorándolo. Plano Medio. Sin pestañear, con la mirada fija en un punto indeterminado, se sienta. Iluminación nadir procedente del fuego. Panorámica descendente el encuadre recoge el cesto sobre las rodillas, extrañamente descubiertas de Viridiana. Sigue la panorámica hasta los pies, Se subraya así el inquietante erotismo de las pantorrillas. La escena es chocante porque rompe con el comportamiento pacato de la novicia al permanecer así frente a su tío. Pero además la situación es morbosa porque ha irrumpido en el escenario en el que se producía una escena a la vez perversa y sentimental, el parecido con su tía la aproxima a una materialización del fantasma de don Jaime. Sin embargo ella está y no está presente. El fantasma se muestra cercano pero inalcanzable.
Cambio de plano. Ligero contrapicado. Escala P. Medio. El tío de frente y en primer plano la cabeza de Viridiana. Don Jaime muestra su asombro y tensión emocional. Sus puños están cerrados. Travelling de acercamiento vemos el rostro del tío, que muestra la emergencia del deseo y cuya mirada se desliza a las piernas de la protagonista. Nuevo plano, Americano. La sobrina, en primer término el fuego, Viridiana se arrodilla y arroja en él los ovillos de lana que había en el cesto. Cambio de plano, P. Detalle El cesto vacío, la mano de la novicia recoge las cenizas y las introduce en el canasto Nuevo plano, Medio. Contrapicado. Don Jaime mira desasosegado. Plano detalle. Sigue presente el potencial erótico en el muslo desnudo de Viridiana mientras se levanta. Panorámica ascendente y movimiento complejo que termina en plano medio. La espalda de la protagonista, se aleja panorámica que termina en primer plano. Perfil del tío. Don Jaime avanza hacia la izquierda. Primer plano del ramo, sobre la colcha de la cama. Travelling de retroceso. Aparece el cesto cargado de cenizas y portado por Viridiana Panorámica ascendente, la protagonista arroja las cenizas sobre la cama con expresión melancólica. La música añade solemnidad a la parsimonia de los movimientos. Parece una suerte de ritual. Viridiana se gira, la cámara la acompaña, plano medio. Perfil. Sigue la panorámica. Entra en campo don Jaime. Pasa por delante de él sin percibirlo. Ella sale de campo. Panorámica hasta plano medio. El tío avanza hacia la cama. Mira de nuevo hacia su sobrina Panorámica descendente, plano detalle La mano del tío recoge un puñado de cenizas. Nuevo plano, general. El pasillo, ancho noble pero lleno de sombras siniestras. Por él, vemos alejarse a Viridiana, sus brazos caídos. Plano detalle. Sus pies desnudos avanzan por la tarima. Panorámica. La cámara los sigue hasta un umbral. Se cierra la puerta y desaparecen. Fundido a negro.

Doctor Zhivago

Doctor Zhivago

Ficha técnico-artística.

Doctor ZhivagoTítulo original: Doctor Zhivago

Año de producción: 1965

Nacionalidad: USA

Director: David Lean

Productor: David Lean y Carlo Ponti para Metro Goldwyn Mayer

Reparto: Omar Shariff, Julie Christie, Geraldine Chaplin, Rod Steiger, Alec Guiness, Tom Courtenay, Siobhan McKenna, Ralph Richardson, Rita Tushingham, Jeffrey Rockland, Tarek Shariff, Bernard Kay, Klaus Kinski, Gerard Tichy, Noel Willman
sistema de filmación en color Metrocolor, característico de la Metro-Goldwyn-Mayer


- El Director
Londinense, de una familia de cuáqueros, hasta los 17 años no vio una sola película. No hizo estudios universitarios. No fue a ninguna escuela de cine. Comenzó en la industria por lo más bajo, haciendo recados, poco a poco va aprendiendo y llega ser montador. No mostró prisa por dirigir. Se estrena junto a Coward, con “Sangre, Sudor y lágrimas” en el año 1942. Sigue colaborando con él en varios films, entre ellos el mítico” Breve encuentro” Para muchos su película más deliciosa, del año 1945. El tema del idilio imposible se repite en otras películas suyas, incluida “Doctor Zhivago”. El amor introduce un elemento de conflicto en las vidas de los personajes al enfrentar sus deseos a las convenciones sociales y las ataduras morales. La pasión amorosa como agonía en la que los amantes alcanzan una categoría espiritual superior. Hay en sus films un sentido fatalista, las circunstancias históricas, sociales sobrepasan a las fuerzas individuales. Pero por eso mismo los personajes adquieren una dimensión dramática.
En cuanto al estilo y modo de trabajo. No fue un director muy prolífico. Pero sí impecable. Sus obras son a la vez monumentales e intimistas. Se trata del último intento de seguir haciendo gran cine, con historias estructuradas y complejas, plenas de sentido. Esto le granjeó la injusticia e incomprensión de parte de la crítica. Tampoco sus obras fueron siempre apreciadas por el público. Para un director tan minucioso y perfeccionista esto suponía un varapalo. Se le acusa de megalómano. Como a Kubrick su ritmo pausado de rodaje, su necesidad de controlar todos los aspectos de la obra le llevaron a renunciar a realizar algunos proyectos. Murió a los 83 años.
Filmografía:
Pasaje a la India [1984]
La hija de Ryan [1970]
Doctor Zhivago [1965]
Lawrence de Arabia [1962]
El puente sobre el río Kwai [1957]
Locuras de verano [1955]
El déspota [1954]
La barrera del sonido [1952]
Madeleine [1950]
Amigos apasionados [1949]
Oliver Twist [1948]
Cadenas rotas [1946]
El espíritu burlón [1945]
Breve Encuentro [1945]
La vida manda [1944]
Sangre, sudor y lágrimas [1942]
- Argumento

Un poeta y médico está casado felizmente con una mujer. Tonya, con la que ha convivido desde niño. El quedó huérfano y lo acogieron los padres de ella, unos burgueses bien situados en la sociedad zarista, (¿sus tíos?) Viven en Moscú. Tiene con ella un hijo. La guerra y posteriormente la revolución traen y llevan a Zhivago por el ancho país. Su familia pierde su mansión durante la guerra civil que sigue a la revolución. El clima social es de paranoia. Deben huir al campo por recomendación de Yevgraf Zhivago, hermanastro del doctor y policía político. La casa solariega ha sido requisada por lo que deben instalarse en una abandonada. En la biblioteca de la, localidad cercana, Yuriatin, se encuentra con Lara, enfermera a la que conoció en un episodio escabroso en Moscú y con la que volvió a coincidir en la gran guerra. Ella se casó con un militar bolchevique fanático que la ha abandonado para dedicarse en cuerpo y alma a la causa. Se produce el romance entre ellos. En la que pensaba ser su última visita a Lara es interceptado por un grupo de soldados rojos. Le obligan a unirse a ellos como médico de campaña. Estas circunstancias provocan la separación de su familia. Tras un largo periodo logra escapar del grupo y buscar a su familia. Ya no los halla. (Han emigrado a Francia). Pero sí a Lara. Su relación con ella es más turbulenta pero más apasionada que la que tiene con su mujer. La persecución a la que son sometidos obliga de nuevo a la separación de los amantes. Ella espera una hija, fruto de su relación con Zhivago. Éste lo ignora. Pasa el tiempo y el destino vuelve a cruzar sus vidas. Zhivago la ve caminando desde un tranvía pero sufre un infarto y muere. En los avatares de la guerra Lara es separada de la hija que tuvo con Zhivago. Toda la película es la narración de los hechos de Yevgraf a Tonya Komarovskya, a la que él cree esa hija de Lara y Zhivago. Un guiño al espectador relacionado con un instrumento, la balalaica nos hace comprender que seguramente se trata en efecto de su sobrina. Los acontecimientos políticos e históricos, terribles, brutales sirven de telón de fondo para el cuadro amoroso. El contraste es tremendo y en todo momento parece que las fuerzas titánicas que giran en torno a los personajes van a aniquilarlos. La película escapa de ser un pastiche anticomunista. Sin embargo queda bien reflejado cómo en un régimen totalitario la vida individual queda siempre supeditada a los dictados del poder inhumano del aparato estatal.
Zhivago es un personaje interesante por su complejidad. En cierto modo es un personaje débil. Está dividido entre su vocación poética, irracional y su vocación médica, científica, entre el amor tranquilo sereno por su esposa y el amor arrebatado por Lara. Es un hombre sensible pero inconsciente, su poesía que él piensa inocente, inofensiva le ocasiona la persecución de las autoridades políticas.
- Producción
Después de dos películas del calibre de El puente sobre el río Kwai y Lawrence de Arabia David Lean se aventura en el rodaje de esta otra obra colosal basada en una novela de Boris Pasternak con el mismo título. Ésta estuvo prohibida en Rusia durante décadas. El coste de la película fue de 15 millones de dólares. Fue rodada en España y Finlandia por las dificultades políticas para usar los parajes de Rusia. En nuestro país utiliza paisajes urbanos (Madrid) y rurales (Provincia de Soria sobre todo, Granada y Salamanca).También aparece la estación de tren de Valladolid. El director artístico español Gil Larrondo colaboró con Lean en la dirección artística. En los Oscar del año siguiente fue nominada en diez categorías. Obtuvo cinco, entre ellos mejor Guión adaptado y mejor fotografía. También la mejor banda sonora del recientemente fallecido Maurice Jarre... Recibió también algunos Globos de Oro: Mejor música. Mejor vestuario. Mejor guión adaptado. Mejor dirección artística. Mejor fotografía en color. Curiosamente la crítica fue bastante dura con el film. El público, en cambio, respondió extraordinariamente, obtuvo una gran recaudación. Se produjeron reestrenos a petición de los aficionados. Y esto a pesar de la larguísima duración del film.
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