domingo, 26 de septiembre de 2010

Mjolnir

Los dioses principales son Odín y Thor. El primero está asociado al aire y al viento, el segundo al fuego y al rayo (los Vanes son entidades de la tierra y el agua).




Odín no es el creador, pero sí el ordenador del mundo. Él garantiza (junto con Tyr) el orden del cosmos. Dios de los reyes, es también el rey de los dioses. Al igual que sus homólogos indoeuropeos (Zeus-Pater, Júpiter, Varuna etc.), su poder reposa en la ciencia y la magia. Sus éxtasis son de orden uránico, celestial y espiritual.



Thor, dios de la guerra y la tormenta, es hijo de Odín, como el trueno es hijo del cielo. Al igual que el rayo se abate sobre la tierra su actividad se despliega sobre el plano humano. Su poder reposa no en la sabiduría, sino en la fuerza física, simbolizada por su martillo. Thor encarna la virtudes del corazón y de la acción: coraje, generosidad y lealtad.



Entre “Barbarroja” y “Barbagrís”, es decir entre Thor y Odín, comenta Renauld-Krantz, existe una relación estructural binaria, demostrada por numerosos documentos.



“Odín es el dios de las funciones intelectuales, cuyo asiento está simbolizado en la cabeza Thor es el dios de las funciones activas, cuyo asiento está simbolizado por el corazón al mismo tiempo que su medio de expresión y de aplicación es el cuerpo. Odín representa el poder del espíritu y Thor la fuera del cuerpo, y el dúo Thor-Odín expresa la misma polaridad que la dualidad cuerpo-espíritu”.



Extraído de "Estructuras de la mitología nórdica"  Autor Alain de Benoist
Publicado en  Centro Studi La Runa http://www.centrostudilaruna.it/